domingo, 7 de agosto de 2011

LA ESCUELA Y EL ACHATAMIENTO DE LA INDIVIDUALIDAD Y LA IMAGINACIÓN


Richard Rorty señaló en una entrevista que la universidad debe fomentar la imaginación y la crítica. La imaginación para pensar sociedades y un mundo diferente, más justo, más plural y libre, y la crítica para cuestionar las injusticias existentes y los sistemas de pensamiendo dogmáticos y reiterativos en las cátedras universitarias. Aquello que Rorty señaló respecto de las universidades también es importante para la educación en general (purimaria, secundaria y terciaria).

LA ESCUELA Y EL ACHATAMIENTO

En Perú, en América Latina y en el mundo en general se está produciendo un fenómeno de achatamiento de personal de los estudiantes. La escuela y el sistema educativo en general ha devenido en una aplanadora que pasa por encima de los estudiantes para eliminar su individualidad, su autonomía, su imaginación y su capacidad de crítica.

En este sentido, la educación está produciendo agentes que son funcionales al funcionamiento del mercado. El mejor mecanismo para realizar esto es inculcar en los estudiantes los discursos del éxito, la carrera y la competencia. El discurso del éxito inculca en los alumnos la idea que para tener éxito deben abandonar el estudio de las humanidades y las artes (y aceptar que estas disciplinas sean eliminadas de las currículas) para concentrarse en aquellas que les aseguren insertarse asertivamente en el mercado y ganar dinero rápido y en cantidades. El discurso del éxito se encuentra asociado al del sujeto empresario y emprendedor.

Los discursos de la carrera y la competencia crea en el imaginario estudiantil y pedagógico la idea de que todos se encuentra en una competencia hacia una misma dirección, y con ello se elimina la espontaneidad de dirigirse a satisfacer sus inquietudes e intereses propios. Quien está en competencia aplaza sus propios intereses y curiosidades para poder llegar a una meta que no sabe si realmente le interesa o lo satisface. La formación basada carreara y la competencia se encuentra en oposición directa a la educación basada en la curiosidad, la libertad, la imaginación y el cuestionamiento crítico.



LA EMPRESA, LA BUROCRACIA, LA IGLESIA, LAS FUERZAS ARMADAS Y LA ESCUELAS COMO FUENTES DE LA “NORMALIZACIÓN” DE LA CONDUCTA.

La escuela y la educación en general, se inserta en un proyecto de “normalización de la conducta” que tiene como meta producir sujetos acríticos y funcionales a los intereses del mercado. Este proyecto corroe el sistema democrático e instaura un sistema de relaciones jerárquicas donde la libertad de pensamiento y acción, y especialmente la deliberación pública son debilitadas sustancialmente. Las relaciones jerárquicas que las instituciones de la Iglesia, las Fuerzas Armadas y la burocracia estatal perforan la educación para cancelar las relaciones horizontales de la democracia y reemplazarlas los relaciones jerárquicas. La escuela, perforada por dichas dinámicas, buscan convertir en los ciudadanos en funcionarios eficaces para el mantenimiento de los sistemas jerárquicos.



EDUCCIÓN, SOCIEDAD Y DEMOCRACIA

Es por esta razón que es indispensable pensar nuevas formas de relaciones al interior de las escuelas y de articulación entre las escuelas y universidades con el entorno social. La formación debe dejar de entenderse como una formación de agentes para el mercado y las Iglesias, para convertirse en una actividad social democrática, que esté en constante contacto la vida y las necesidades sociales, a fin de no satisfacer exclusivamente las necesidades funcionales de las empresas en el mercado, sino para servir como punto de vista crítico ante las grades injusticias sociales y políticas que se viven en Perú, en América Latina y en el mundo.

domingo, 24 de julio de 2011

MARCARIAN, ¿EL MAGO?

             


  La prensa deportiva se ha referido reiteradamente al Director Técnico de la Selección Peruana de Fútbol con el apelativo "El Mago",  para indicar que mor medio de una supuesta batita mágica transformó un mal equipo en uno bueno. La metáfora de la barta es una expresión simbólica que ha estado poderosamente presente en el imaginario nacional.

El 10% y el 90%

    En este país estamos hemos acogido la creencia de que tanto en el fútbol, o en cualquier otro deporte, e incluso toda actividad, lo decisivo es el brillo expontáneo del talento. Creemos que tendremos un buen equipo cuando tengamos jugadores con cualidades excepcionales. Dichas cualidades las consideramos como innatas y no elaboradas a través de la ejercitación constante.
    Si bien es cierto que para el deporte, las artes y las ciencias hay que tener cualidades y aptitudes - lo que llamamos talento - tambien es cierto el dicho de señala que en todo ello 10% es talento y un 90% es trabajo. Estamos abituados a enfocarnos en ese 10% y desestimamos el 90%. Esa es una de las razones por las que nos hemos acostumbrado a improvizar en las actividades que realizamos más que en pensarlas como un trabajo continuo y sostenido.
     Incluso, quienes consideran  tener un talento o habilidad especial para algo, mira con cierto desprecio al que trabaja. De allí viene el insulto velado de la escuela : "chancón". El chancón es el que pone el 90% y carece 8en apariencia) del 10%. Es tal vez por ello que quienes tienen talento suelen realizar logros significativos en el extranjero y no en el Perú. Cierto es que los apoyos institucionales que peruanos talentosos encuentran en otros países son importantes, pero también ellos aprenden que el trabajo sostenido y el combatir las distracciones y las juergas es importante.

La metáfora de la barita mágica

     Cuando la prensa señala a Marcarian como "El mago", está diciendo que sólo a través de una barita mágica se puede convertir un equipo malo en uno bueno. Ello supone dejar de lado el trabajo disciplinado y constante. ¿Es que acaso no podemos creer que en el Perú también podemos trabajar sostenidamente y conseguir logros importantes?. Ciertamente, el apoyo institucional es importante, pues sin él no tendríamos a Marcarian. Pero lo quew hace el Director Técnico es hacer trabajar de manera inteligente y disciplinadamente a la gente, y no usa baritas ni pósimas mágicas.

El talento y la escuela: astucia vs. inteligencia

    Muchos centros de formación en el Perú se encuentran capturados por la metáfora de la barita mágica. Ya mencionén el uso del apelativo "chancón" para insultar a quien aparentemente no tiene talento pero sí empeño. El mensaje es "no hay que estudiar, todo es cuestión de ingenio y astucia".
   Las escuelas a las que me refiero consideran que de hecho los estudiantes no lograrán los objetivos a menos de que sean astutos.Y se confunde el significado de las palabras "astuto" e "inteligente". El astuto tiene habilidad práctica innata, pero no el entendimiento suficiente de que tiene que realizar un trabajo consigomismo y tiene que interiorizar las normas de una moral postconvencional (como el respeto a los otros, la tolerancia, el trato cordial, etc.). El inteligente, en cambio, sí tiene esa comprensión más amplia de lo que es formarse a sí mismo. El  astuto es rápido de mente, el inteligente puede ser lento y parecer lerdo, pero lo que el inteligente está haciendo en ese momento de demora es pensando y profundizando. A la larga los frutos del inteligente tienen mayor alcance y son más duraderos porque se está consolidando.
    Mientras que el astuto plagea en las evaluaciones, el inteligente se toma el trabajo de estudiar, de leer e investigar. El astuto no se apasiona con nada, sino con lo más fácil y está pensando en hacer dinero en el futuro. El inteligente en cambio, tiene una pasión, va consolidando un interés, una inquietud, una búsqueda de profundidad. Astutos abundan, más no inteligentes. Es por ello que la vanalidad y la trampa se haN puesto a la orden del día.
  
    Disciplina y libertad

   Las escuelas que no inculcan disciplina y trabajo, forman astutos. Pero aquella que se centra en la disciplina sin libertad forma rebeldes (en el mejor de los casos) o ovejas (en el peor). Un ejército de peones dispuestos a trabajas sin razonar, y miembros de grupos fundamentalistas que actúan a la voz de un líder. La disciplina y el trabajo  tiene que estar acompañada con la libertad de razonar, de soñar y de imaginar  mundos distintos.

   Ni magia, ni disciplina ciega

   Nuestra experiencia actual respecto del fútbol nacional nos enseña que la magia es mala consegera, y que necesitamos es trabajo y disciplina. Pero la penetración del fundamentalismo religioso en nuestro medio nos enseña que el trabajo disciplinado no debe ser ciego, sino razonado y crítico. Por ello en las escuelas y en las iglesias debemos forjar personas pensantes y críticas. El cuestionamiento censato no ha dañado jamás a ninguna sociedad. Por dudar inteligentemente nadie se ha muerto, e inclusive el camino de muchos de los modelos de fe se han permitido dudar y cuestionar profundamente las creencias religiosas y las prácticas de las instituciones eclesiales.

jueves, 21 de julio de 2011

EDUCACIÒN PARA LA DEMOCRACIA

    

    Uno de los problemas fundamentales que atraviesan las sociedades contemporàneas, y la sociedad peruana en particular, es el tema de la educaciòn. En el  Perù se ha estado viviendo un colapso del sistema educativo. Dicho estado de la educaciòn en el paìs se refleja los lugares que ocupa èsta en los rankings internacionales. Pero tambièn en el mundo la educaciòn està atravezando una crisis profunda debido a la penetraciòn del poder del dinero y del poder tecnocràtico en todos los niveles de la formaciòn de los ciudadanos. En este nivel, la crisis se expresa en el hecho de que la educaciòn mundial contemporànea està formando personas para el mercado  y no ciudadanos para la democracia.

   Quiero concentrarme la cuestiòn de la educación en el plano mundial por dos razones: porque de esta tendencia estàn surgiendo una fuerza centrífuga que arrastra también a la educación en este país, fuerza que promete profundizar la crisis en la que se encuentra; y segundo, si no entedendemos el problema de la crisis de la educación mundial no podremos tener una orientación adecuada respecto de cómo está el Perú en este punto, y tampoco podremos saber lo quwe realmente significa la posición  que actualmente tiene la educación peruana y qué debemos hacer.

    La educación para el mercado

   Hay una dramática tendencia actal a hacer que la educación se encuentre básicamente orientada a la inserción de los estudiantes en el mundo laboral, sin atender a una formación más ámplia. Esto hace que se aperturen cada vez más facultades y univeridades tecnológicas y científicas, y que las facultades y departamentos de humanidades comiencen a desaparecer o a fusionarse.

    Dicha tendencia hace que la universidades arrojen cada vez más agentes económicos funcionales para el mercado y no ciudadanos que cuenten con una formación plena que sólo se puede conseguir añadiendo las humanidades y el arte.

    La penetración del poder del dinero en las universidades

    Junto con ello, las mismas universidades se han convertido en un espacio de transacción económica en la que los profesores son "empleados", los alumnos son "clientes", la educación es una "mercancía" y los administrativos funjen de "dueños deempresas".

   Ello no sólo sucede con las universidades formadas al amparo de la "ley Fujimori" que permitía constituir universidades con fines de lucro y en las que los dueños reparten utilidades, sino que también sucede con aquellas que se encuentran bajo el régimen legal anterior, pero en las que quienes ocupan altos cargos administrativos reciben sueldos extremadamente altos.

    Preparación para la empresa y no para la democracia

   El clima empresarial de la universidad genera una admósfera en la que las personas no se forman para ser ciudadanas para una democracia, sino para un sistema jerárquico de mandos y subordinaciones propias de sociedades autoritarias.

   Ello se está logrando a través de dos mecanismos muy efectivos:   la transformación de las universidades en empresas y la eliminación de las artes y las humanidades de las currículas. Tanto las artes como las humanidades son fundamentales para la formación de los espíritus de las personas en los valores democráticos - como la tolerancia, el respeto de los derechos de los demás, la comprensión de los otros y la empatía, como también para la generación de la introspección y el cultivo interior-, pero además son importantes para generar personas imaginativas y creativas.


   El lugar de la imaginación en el mercado y en la democracia

   La capacidad de crear e imaginar que tanto las artes como las humanidades genera es fundamental para la ciencia y la técnica. Sin ellas no es posible generar nuevas tecnologías y nuevos conocimientos científicos. Así, en las sociedades contemporáneas donde estas disciplinas están siendo dejadas de lado por las universidades, se están creando grandes escollos para el desarrollo de las herramientas que el mismo mercado requiere.

   Pero, además, el desarrollo de la imaginación y la creación son fundamentales para la generación y el fortalecimiento de sociedades democráticas, puesto que ellas permiten imaginar sociedades mejores, en la que la democracia sea más plena e ingeniar maneras de lidear con los conflictos que las sociedades plurales siempre generan.

   Basta de historias

   En las sociedades contemporáneas se ha difundido un mito que es necesario combatir. Se trata del mito según el cual con más tecnología y mercado, y sin menos humanidades y artes, tendremos un mundo mejor. Ello es absolutamente falso. Menos libertad, y más esclavitud y discriminación se avecinan por ese camino. La idea de que una educación más tecnológica es lo mejor que  podemos desear resulta ser un cuento que no podemos seguir creyendo. Espor ello que necesitamos decir en voz alta: basta de historias.


miércoles, 6 de julio de 2011

EL PEDIDO DE VACANCIA COMO ESTRATEGIA POLÍTICA DE LA DERECHA RADICAL



     En las últimas semanas se ha estado maquinando el pedido de vacancia de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán. Curiosamente, la persona que formuló con claridad dicho  pedido es una persona del entorno político de Luis Castañeda. ¿Coincidencia o estrategia política?

El concierto de los medios

     Los mismos medios de comunicación que satanizaron la campaña electoral de Villarán, (y dicho sea de paso, también de Ollanta Humana) han utilizado su poder mediático para operar de amplificador al pedido de vacancia. Durante semanas enteras se viene tratando  el tema de una manera tendenciosa: se entrevistan a los políticos que arropan el pedido, de entrevista al mismo Castañeda, se les da un enorme espacio a declaraciones de ministros y del mismo presidente García, manifestaciones a favor de sacar ba Villarán de la alcaldía.
    
     Dicho concierto mediático genera una reacción en muchos ciudadanos. Por el escaso nivel de reflexión, muchos ciudadanos de a pie asumen acríticamente lo que lo que la televisión, la radio y la prensa dicen. Por una falta de costumbre y reflexión, muchos residentes en Lima son pres fácil de mensajes que se repiten constantemente.

 Villarán y las obras

     En una de sus columnas periodísticas el psicoanalista Jorge Bruce señaló un juego de palabras que podría expresar también un juego inconciente. Según Bruce, con las mismas letras con las que se escribe la palabra "OBRAS" pembién se puede componer la palabra "ROBAS". Más allá del juego lingüístico, lo cierto es que de ha comprobado feacientemente que las autoridades que hacen muchas obras suelen sobrevalorar los presupuestos de las mismas y amazar ciertas sumas de dinero. Pero, hay algo adicional. La política edil o presidencial no puede reducirse a la realización de obras, sino que es necesario que se centre en consolidar mecanismos de decisión democráticos,  a fortalecer las instituciones democráricas y a trabajar en la inclusión, política, social y económica.
     
     En este sentido una autoridad municipal debe trabajar en consolidar los mecanismos ciudadanos de deliberación y debate sobre las cuestiones importantes de la ciudad, de manera que se llege a concensos, acuersdos y negociaciones entre todos los grupos involucrados en el funcionamiento de la ciudad y entre los ciudadanos. También debe combatirse la discriminación y liberar a la ciudad de los prejuicios racistas, sexistas  y homofóbicos que algunas instituciones como la el sector dominante de la Iglesia Católica fomenta.

     Ello lo entendió perfectamente la alcaldesa Villarán. Es por ello que ella se abocó a cambiar el estilo de gestión de los problemas en Lima: se pasó de la gestión de las obras por la gestión de ña deliberación, eñl acuerdo y la convocatoria. Ciertamente, el cambio fue abrupto y genera desconcierto entre muchos ciudadanos. Tal vez debe realizar un tipo de gestón mixta, que involucte más obras, pues los ciudadanos asocian las obras no sólo con el robo, sino también con el trabajo de la autoridad. Si los hábitos ciudadanos fuesen de mayor calidad democrática, una gestión que no esté focalizada en las obras (y en el robo) podría tener más aceptación.

Susana y Lucho

     No es necesario ser muy suspicaz para entender que parte del interés de Castañeda en vacar a Villarán es un venganza política: "Ya que tú me bajaste en las presidenciales (con el caso "comunicore"), yo se saco de la alcaldía". Ese razonamiento demuestra irresponsabilidad de parte del exalcalde.  Pero esta cuestión va más allá: Castañeda lo que expresa es la reacción de la derecha cavernaria que NO SABE PEDER.
   
    No hay que olvidar que el triunfo de Villarán significó la derrota política de Lourdes Flores Nano. Dicha derrota fue no sólo la de una lider política que durante toda su trayectoria no conoció más que el fracaso. Pero significó el desbaratamiento de una estrategia que la derecha autoritaria había trazado para perpetrarse en el poder.  Con Flores en Lima, dicha derecha podía tener una plataforma propagandística para colocar a uno de sus líderes en la presidencia. El proyecto inicial apuntaba a Castañeda o a Fujimori. Con la caida de Castañeda, la derecha autoritaria lo reemplazó rápidamente por PPK (que se mostró como el nuevo rostro del PPC). Ya en la segunda vuelta, la candidata de la derecha cavernaria era evidentemente Fujimori. Es por ello que no sorprende que PPK y Alan García la hayan apoyado.  Hay que señalar que durante todo el gobierno aprista, el fujimorismo tuvo una gran presencia política. 

La derecha cavernaria

     La derecha cavernaria en el Perú a demostrado en reiteradas oportunidades  que no tiene ningún reparo al momento de entornillarse en el poder. No sólo a Castañeda le interesa sacar a Villarán, sino al mismo Alan García, quien no ha perdido oportunidad para hostilizar y entorpecer la actución de la alcaldeza actual. Es claro que tanto Castañeda como García preferían a Flores.  Con ello se muestra que los operadores políticos de la derecha cavernaria (de aquella derecha que se siente cómoda con Fujimori y no con Humala) estan concertados en objetivos inescrupulosos.
   
    Esta derecha es la que no quiere ninguna modificación en el modelo económico, aunque ante el triúnfo de Humala ha modificado su  discurso, pero no su corazón. Siguiendo su proyecto, esta derecha hace oidos sordos de los conflictos sociales que se han multiplicado en el país, y obviamente, silencia su propia conciencia moral, puesto que para apoyar a Fujimori no expresa otra cosa.

Lo que se viene

    ¿Y después de la vacancia de Villarán  qué? Es claro que el siguiente objetivo sería intentar la vacancia de Humala. García y la derecha que representa (esa derecha concesiva con el fujimorismo) tienen experiencia pidiendo vacancias de presidentes. No olvidemos el pedido de vacancia de Toledo liderado por García, no expresaba más que el apetito de poder de esta derecha antidemocrática.
   
    Lo que se viene es un escenario interesante pero peligroso para la democracia en el Perú. De un lado, una derecha radical que promete una guerra sin cuartel a Humala, y una derecha democrática que buscará moderar la política de Humala a fin de conjugar crecimiento e inclusión. Pero la batalla por Lima es decisiva en este asunto. Si la derecha cavernaria logra defenestrar a la alcaldesa nostrará que puede tener el poder de hacer lo mismo con el persidente electo. Es por eso que la defensa de Lima es una tarea en la que la derecha democrática tiene que emprender, si es que realmente la democracia en este país tiene importancia para ellos. 

jueves, 30 de junio de 2011

ADIOS A LA PRENSA LIBRE

     La decisión de los directivos del "Grupo El Comercio" de no renovar el contrato a Rosa María Palacios y de sacar del aire el programa "Prensa Libre" ha sorprendido a todos. Pero ésta no es más que un hecho dentro de una serie de acciones políticas que el mismo grupo ha estado tomando en los últimos tiempos. Entre estas acciones se encuentran el abierto apoyo a la candidatura de Keiko Fujimori, apoyo que condujo a la decisión de Mario Vargas Llosa de transferir su columna del diario El Comercio al diario La República. Con tales actitudes el mencionado grupo económico está ratificando su posición antidemocrática.

   Retirando de o colocando la política en la televisíón abierta durante la semana

    Palacios ha señalado que la salida del aire de Prensa Libre es una eliminación de la política de la televisión durante la semana. Considero que lo que se ha retirado no es la política, sino la libertad de expresión. La política ha permanecido, pero en su rostro intolerante y antidemocrático. Una decisión de ese tipo es inevitablemente una decisión política, decisión que deja una impronta política en la televisión. 

    El retiro de Prensa Libre significa políticamente muchas cosas. Entre ellas quiero destacar dos: 1) Por su ausencia, se reemplaza un periodismo crítico y pensante por el "entretenimiento" (tal como lo expresaron vergonzosamente los directivos del Grupo.económico. 2) Por la señal política que irradia a los demás periodistas de los medios de comunicación que se encuentran capturados por la férula de dicho Grupo, es decir, el mensaje que dice "no queremos periodismo independiente, sino cautivo". Esto es colocar la política  en el centro del debate y en el aire televisivo.

    El debate poítico es algo saludable y es lo mejor que ciudadanos concientes deben desarrollas en coyunturas como estas. Las acciones del Grupo "El Comercio" deben llevarnos a una reflexión sobre la necesidad de defender los espacios de periodismo libre en  la televión abierta, si es que no queremos que los grandes poderes económicos en nuestro país no hagan lo mismo que Hugo Chávez en Venezuela. Contra la dictadura de Chávez los venelolanos pueden organizarse políticamente y convocar la solidaridad internacional. Contra la dictadura del interés del dinero, los ciudadanos peruanos podemos actuar política y económicamente: no viendo el canal 4 ni en canal N, y no comprando los diarios del Grupo. 


    Los pecados de Rosa María

    ¿Cuáles serían los pecados de Palacios? El haber expresado una prensa libre, honesta y transparente. El comportamiento imparcial de la periodista durante la campaña presidencial ha sido su pecado mortal. El no haberse eximido de criticar a Fujimori. Pero eso es justamente lo que la ética profesional del periodismo exige.

    Periodismo y crítica del poder

    Como la misma Palacios ha señalado, una de las funciones más importante del periodismo es la crítica del poder. Los periodistas están para ser una voz cuestionadora, no sólo del poder político de turno, sino de los poderes económicos que imponen sus intereses políticos. Es realmente lamentable que el llamado "Decano de la Prensa Nacional" no esté dispuesto a que esa actitud crítica se ejerza.  

    ¿Quién gana? ¿quién pierde?

     Si hacemos un balance, con actitudes como estas quien pierde es el Grupo "El Comercio", quien hace patente una vez más su escaso compromiso con la democracia y su voluntad de chavinizar la televisión. Eso se llama "perder credibilidad".  Palacios, en cambio, gana, y mucho. Su trabajo valiente y serio gana prestigio y adhesión. Y no tengo la menor duda que pronto estará de nuevo en las pantallas, acogido por un grupo más serio.  
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domingo, 5 de junio de 2011

En torno al triunfo de Ollanta Humala en las elecciones presidenciales peruanas

Despues de una agotadora campaña y una exasperante espera, tenemos por tin un nuevo presidente en el Perú, el comandante Ollanta Humala. Esto abre un nuevo capítulo en nuestra vida política del país, marcado por la promesa de continuidad con el modelo de crecimiento que promete abrirse a una unclusión social que en diez años no ha estado presente, y en segundo lugar por un triúnfo de una coalición de fuerzas políticas de izquierdas.

Una campaña que los peruanos no merecíamos

La campaña electoran, tanto para primera vuelata como para el caso de la segunda vuelta ha tenido un formato que los electores peruanos no merecíamos. Marcada por la difamación, el golpe bajo de parte de todas las partes involucradas, la grosera parcialidad de muchos medios de comunicación caracterizó a lo que periodistas internacionales prestigiosos como Glenda  Umaña de la prestigiosa cadena CNN  caracterizó como una de las más agresivas en la región. 

Una campaña de esa naturaleza no la merecemos los peruanos por que ello termina por profundizar las heridas y los fraccionamientos en la población y en la clese política. Ciertamente, los intereses que estaban en juego eran muy grandes y poderosos, pero el nivel de agresión dice mucho de lo que el términos políticos ha madurado nuestra democracia.

 La inclusión social

Ciertamente, en Perú ha faltado mantener un crecimiento económico in inclusión social y con participación política de los ciudadanos. Las políticas han estado siendo dirigidas por los sectores empresariales, quienes aprovechando la coyuntura internacional y la complegidad del partido de gobierno han detenido el proceso de democratización política en aras de un crecimiento macroeconómico.

Es evidente que la ciudadanía exige inclusión social y democracia política. La pregunta legítima es si la coalición de izquierdas en el Perú se encuentra a la altura de las circunstancias. La escaza reflexión sobre sus presupuestos políticos hace que el escepticismo respecto de ello sea más que razonable. La izquierda en el Perú tiene que ser muy conciente que sin una reflexión profunda respecto de sus ideas corren el riesgo que después de Humala tengamos veinte años mas de gobiernos de derechas que no han satisfecho las exigencias de los ciudadanos, sino de los empresarios.

La responsabilidad de los medios de comunicación

En las circunstancias actuales la responsabilidad de los medios de comunicación es crucial para que el Perú salga adelante, y que la polarización social que ahora existe se amengúe. Sin embargo desde el principio medios televisivos como el Canal N y América Televisión, en su transmisión conjunta se han encargado de poner en entre dicho la capacidad del virtual presidente electo, debido a que de demoró en declarar ante los medios que ha ganado las elecciones. Si bien la demora ha causado cierta extrañeza, no es tan grave, y no puede tomarse como un indicio de que va a realizar una mala gestión. Lo que la democracia espera es que los medios serios de comunicación asuman una actitud responsable y no se conviertan en herramientas de polarización social.

Si bien, tal vez, los resultados no son los que ellos deseaban, pero es claro que la ciudadanía a tomado esa decición y no otra, y eso es algo que es necesario respertar.

jueves, 28 de abril de 2011

Liberalismo de izquierda

En el ámbito de las ideas políticas se ha pensado durante décadas que el liberalismo es una corriente exclusiva de la derecha. De esta manera, los intelectuales y los políticos han pensado que la defensa de las libertades y los derechos individuales es una reivindicación política de la derecha

Al mismo tiempo, se ha sostenido que la izquierda se encuentra asociada con la primacía del Estado sobre la sociedad, del colectivo frente al individuo y con el ataque a las libertades individuales. Sin embargo, la investigación reciente de las ideas políticas ha dado arrojado algo sorprendente: el liberalismo no es propiedad exclusiva de la derecha.



No exclusiva de la derecha política



Desde antes de la caída del Muro de Berlín se señaló que la izquierda puede incorporar como uno de sus reivindicaciones centrales el respeto de las libertades individuales. Uno de los exponentes más claros de esta línea de pensamiento es John Rawls, quien en 1971 escribió su Teoría de la justicia, donde coloca como principio fundamental el de igualdad de libertades, acompañado de un segundo principio de compensación social, el “principio de diferencia” (Rawls, Teoría de la justicia, México, 1995).

Ambos constituyen, según Rawls, “principios de la justicia” para una sociedad democrática. El primero es de carácter liberal, mientras que el segundo recoge reivindicaciones fundamentales de la izquierda, a saber, la igualdad básica en la sociedad, especificando un conjunto de bienes primarios del que ningún ciudadano debe carecer y que deben ser aseguradas por las políticas públicas.



Liberalismo y libertarismo



Robert Nozick cuestionó la teoría de Rawls, señalando que no se podría reivindicar la libertad y la igualdad, pues la vindicación de la igualdad atentaría contra la libertad. Es por ello que Nozick asume como único principio el de la libertad, abandonando por completo el de igualdad básica y los bienes primarios. A esta posición Nozick denomina libertarismo. El libertarismo se asocia a las ideas políticas y económicas de Von Hayeck y Mises. Es lo que se conoce como el liberalismo de derecha.

Este liberalismo de derecha levanta las banderas de la libertad económica de los agentes en el mercado, que es una reivindicación auténticamente liberal, especificada ya por Adam Smith. Dicha libertad exige que los funcionarios del Estado no se inmiscuyan en la sociedad para indicar quiénes tienen derecho de intercambio económico y quiénes no. Se trata de demarcar la línea que separa la esfera de la sociedad –y del mercado- frente a la esfera del Estado (Smith, Investigaciones de la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones, Barcelona, 1983).



El liberalismo y el arte de la separación



Pero el liberalismo necesita más para realizarse. No basta con garantizar la libertad de los concurrentes en el mercado para ponerse de acuerdo libremente acerca de los precios de los productos y de los sueldos. Es necesario asegurar que los intereses del gran capital no determine la política del Estado.

Michael Walzer ha señalado que el liberalismo es un “arte de la separación de esferas” que permita que el poder político no se inmiscuya en el mercado ni en las Iglesias, ni que el dinero determine al Estado, la Iglesia y la Universidad. El liberalismo resulta ser el proyecto de garantizar la autonomía de cada esfera y evitar los abusos de poder que John Locke denominaba tiranía (Walzer, Guerra, política y moral, Barcelona, 2001).



El neoliberalismo económico



El liberalismo económico defendido por Von Hayeck no hace real justicia al liberalismo, pues defiende sólo las libertades económicas y no el resto de libertades de los ciudadanos.

Esto ha traído el equívoco que hace pensar que el liberal sólo se compromete con la desregulación económica de parte del Estado, el fomento de las inversiones y el crecimiento de los sujetos emprendedores.



El liberalismo de izquierda



La izquierda liberal, en cambio, se compromete con la autonomía de las diferentes instituciones de la sociedad, con las diferentes libertades que brotan de dichas autonomías y con la política social y cultural de parte del Estado.

Esta izquierda liberal no es algo nuevo, nacido de la caída del bloque soviético, sino que tiene larga data. En los años 30 del siglo pasado el norteamericano John Dewey abogaba por ese liberalismo, y en los años 50 una facción importante de la izquierda italiana asume como principio central el de la libertad de los ciudadanos (Rorty, Forjar nuestro país, Barcelona, 1999).

Esto permite a la izquierda tener un pensamiento renovado, que le permita un compromiso con el crecimiento económico, las libertades de los ciudadanos, los derechos humanos y con la democracia.

Con ello, la izquierda liberal puede distinguirse de la izquierda estatista, revolucionaria y enemiga de la democracia. La izquierda liberal ha demostrado que se puede ser de izquierda, y ser demócrata, defensor de los derechos humanos y del crecimiento económico.

lunes, 11 de abril de 2011

¿En contra del crecimiento o en contra de las condiciones del modelo económico?

Las declaraciones de Alejandro Toledo, al reconocer no haber pasado a la segunda vuelta, tuvieron algo interesante que debiéramos escuchar con atención. Lamento que los demás candidatos no tuviesen una reflexión sobre lo que significa el que Ollanta Humala tenga el 30% de los votos a nivel nacional.

Reclamo de la ciudadanía frente al modelo económico

Toledo señaló con claridad que la votación del domingo 10 de abril expresa un rechazo de parte de un importante sector de la población, en contra del modelo económico.

Ciertamente, mucha gente, en este país se siente indignada por escuchar que el Perú crece económicamente mientras eso no tiene una presencia en su vida. El reclamo es, en términos concretos, la necesidad de que el Estado redistribuya los beneficios del crecimiento.


Los retos de la redistribución

Si ese es uno de los mensajes que hay que tener en claro, la pregunta que hay que hacerse es ¿cuáles son los criterios más adecuados para realizar esta exigencia de redistribución? Posiblemente no exista un único modelo redistributivo adecuado, pero lo cierto es que no todos lo modelos lo son.

Humala y Fujimori expresan dos criterios redistributivos que comparten ciertas dosis de populismo, aunque el peso del componente populista es distinto en ambos y los demás componentes del modelo redistributivo presente por ambos candidatos pueden ser distintos y abiertamente antagónicos.



El populismo

El populismo es el criterio redistributivo que la derecha política ha utilizado reiteradamente para mantener calmada a la gente. Es lo propio de los partidos denominados “Partido Popular”. Éste criterio consiste en distribuir un porcentaje de la riqueza acumulada entre los sectores considerados “clientes políticos” del gobierno, como sucedió durante la dictadura de Alberto Fujimori.

El populismo es el peor de los criterios que se pueden escoger para realizar la redistribución del crecimiento, porque termina socavando las instituciones políticas del país.



Crecimiento económico y política

Tanto el problema de la redistribución como el del populismo traen consigo la cuestión de la relación entre el crecimiento económico y la política en el país. El crecimiento económico puede hace que la economía termine por devorar a la política. Ello sucede cuando se impone un modelo de crecimiento y un criterio de distribución del crecimiento. Ello significa cero política.

El problema de la redistribución del crecimiento exige un debate político. Pero los intereses de las grandes corporaciones familiares peruanas se resisten a dicho debate. Prefieren un populismo tipo Fujimori que un debate abierto sobre el tema.


 
El peligro de la dictadura

Una manera fácil pero nefasta de encarar el problema de la redistribución es a través de la quiebra del sistema democrático. Con ello se elimina el “estorbo” que significa el debate político y el gobierno puede proceder como mejor le parece y le conviene, aplicando un criterio populista de redistribución.

En el Perú ya sabemos lo que el fujimorismo significa al respecto. La derecha política y los grandes empresarios no tiene problemas con el modelo fujimorista, pues cuentan una capacidad inmensa de reacomodarse en ese contexto. Humala, en cambio, puede que no sea una garantía frente a la tentación dictatorial, aunque el no haber sido gobierno antes le otorga el beneficio de la duda.

Lo que sí es cierto es que en el caso de que Humala recurra a la dictadura, la derecha política y las grandes corporaciones nacionales puede tener dificultades para ubicarse e dicha situación.



La derecha, la dictadura y la democracia

Lo que sí es indudable es que la extrema derecha nacional no tiene intereses en la democracia, lo único que le interesa es que la dictadura que se imponga los deje bien colocados.

La derecha democrática es aquella que es consciente que hay un problema en el criterio de redistribución del crecimiento. Lo mismo sucede con la izquierda democrática. Pero ambos grupos son pequeños y tiene poco peso. Esto quiere decir que el centro político está casi despoblado y ello lo debemos al paulatino desmantelamiento del debate político en los últimos años.

jueves, 24 de marzo de 2011

¿Se encuentran los militares capacitados para gobernar un país democráticamente?

El ascenso de Ollanta Humala en las encuestas debería poner sobre el tapete nacional la cuestión sobre si los militares se encuentran preparados para gobernar un país que tiene régimen político democrático.

Ciertamente, dicha pregunta no ha sido planteada abiertamente debido, entre otras cosas, a que la presencia de Humala en la política ya tiene un tiempo que parece ser suficiente para barnizar su persona de espíritu democrático y, por otra parte, porque la clase política y los medios de comunicación han decidido hacerse de la vista gorda. Si bien no existe ningún impedimento legal, la escasa formación democrática de Humala debe llevarnos a la reflexión.


Los militares en el poder


La historia de la República ha mostrado cómo la presencia de los militares en el poder ha sido una piedra en el zapato para el fortalecimiento de las instituciones democráticas en el Perú. La democracia de baja intensidad que vivimos hoy es el resultado de un proceso histórico en el cual el régimen democrático ha sido permanentemente quebrantado por la presencia del autodenominado “poder tutelar de la nación”.

Mientras los militares se sigan pensando como los tutores de la nación, la relación entre instituciones democráticas y fuerzas armadas se encontrará distorsionada, cosa que produce un daño terrible al país. Las fuerzas armadas deben encontrarse subordinadas al control y al poder civil en vez de presentarse como los tutores del poder civil, tutores con el supuesto derecho de irrumpir en la vida política del país a través de mecanismos diversos con el fin de interrumpir el orden democrático.


Democracia, mano dura y manu militari

Muchas veces en este país, han sido los civiles quienes han tocado la puesta de los cuarteles para poner orden en la sociedad. Muchas veces ha sido la derecha quien ha tenido esa actitud, a fin de mantener su posición de dominio.

Repetidas veces la derecha ha sostenido y ha convencido a la población de lo siguiente: que la democracia no funciona para resolver nuestros problemas y necesitamos una mano autoritaria o militar para hacerlo. Los procedimientos democráticos, dice el argumento, son demasiado largos y costosos, y terminan dilatando y posponiendo la solución que una mano dura puede resolver inmediatamente. Pero siempre quedará la interrogante: ¿a qué costo?


Los militares y la izquierda

La alianza entre la izquierda y Humala parece ser sorprendente, pero en realidad no lo es. En cierto que las fuerzas armadas han visto a la izquierda como una amenaza para el país, sin embargo en el Perú desde el CAEM y la experiencia velasquista cierto sector de las Fuerzas Armadas, del que proviene el Etnocacerismo y el Partido Nacionalista, han congeniado con la izquierda.

Si bien, algunos de los que apoyan a Humala son demócratas, no necesariamente todos lo son. Parte de la izquierda tradicional y antiliberal comparten con los militares etnocaceristas su escaso compromiso con la democracia. Es por ello que han establecido esa alianza.


Una alianza que se entiende pero que no se justifica

Por la historia vinculada a Velasco se comprende la cercanía entre un sector de la izquierda y el Nacionalismo de Humala. Se comprende, también, porque si la izquierda quiere llegar al poder no tiene mejor opción que Humala ¿?. Pero no se justifica. El pensamiento de izquierda en el Perú tiene la obligación moral de madurar y de renovarse democráticamente. El Perú se merece una izquierda liberal y democrática, reformista y no revolucionaria, deweyniana y no foucaultiana.

domingo, 13 de marzo de 2011

¿Necesitamos un candidato que no sea político para las presidenciales?

Pedro Pablo Kuczynski ha declarado abiertamente que él no es un político, sino un economista. Dicha declaración suele rendir frutos políticos si es realmente creíble y en un contexto en el que la política se encuentra desprestigiada. Personalmente, tengo mis sospechas que estemos hablando de una persona que no sea un político y/o no esté apoyada por partidos políticos de rancia laya.

El popular PPK podría decir, yo soy un economista, no un político, pero quienes van a gobernar conmigo, de ser elegido sí lo son y son pertenecen a una clase política que se encuentra “sobregirada”. Pero el problema no es si estamos hablando de un político o no. Lo que se encuentra en el fondo de la cuestión es el problema de la devaluación de la política.

La necesidad de la política

Siempre rinde réditos políticos en periodos electorales despotricar contra los “políticos tradicionales” y presentarse como alguien que o no es un político o no es un “político tradicional”, así como hacer promesas electorales; porque, a fin de cuenta, lo que importa es sumar votos.

Sin embargo, esa actitud, resulta ser poco responsable. Si bien es cierto que en el Perú la clase política se encuentra desprestigiada, ello no significa que la política sea algo intrínsecamente malo. Lo que necesitamos es que los políticos asuman su responsabilidad. El que los políticos se corrompan, convirtiéndose en simples lobistas, o en tránsfugas, o que realicen malversación de fondos va claramente contra su responsabilidad. Pero también no hacen lo que el país requiere cuando desprestigian a la política, diciendo que ellos no son políticos y que ser político es algo malo por antonomasia.

Nuestros políticos harían mejor en tratar de reivindicar la política, corrigiendo sus malas prácticas y combatiéndolas dentro del sistema; es decir, mostrando que también es posible ser político honesto. Muchos ciudadanos no ingresan a la política porque la ven corrompida y sucia, pero si la gente honesta no se compra el pleito la política va a seguir siendo igual. Con esa actitud los ciudadanos se convierten en cómplices, sin saberlo, de la degradación de nuestra política nacional.

La necesidad de partidos políticos

La política necesita del fortalecimiento de los partidos. Ellos son un espacio de discusión y clarificación de ideas, además de un lugar de formación en cultura política. Además el debate político entre los partidos permite fortalecer la cultura política de los ciudadanos y de los mismos miembros de los partidos.

El debate político entre los partidos y en la sociedad es importante, además, porque eso hace que los grupos políticos radicales se eduquen en el diálogo y el respeto de los demás. Sin la discusión política se corre el riesgo de fortalecer a los sectores radicales, cosa que mina a la misma política. En nuestro país, las agrupaciones han tenido una práctica perversa: la descalificación de las ideas políticas de sus adversarios. Una cosa es debatir las ideas, otra es descalificarlas de entrada. Lo segundo hace un daño terrible al país.

Los partidos en el “fin de las ideologías”

El discurso del “fin de las ideologías” ha estado abonando en la crisis de los partidos y de la política. Dicho discurso, en realidad es una ideología, así como declararse como un no político es una forma de hacer política.

Este discurso ha dañado la política porque ha difundido la falsa creencia que en política ya no hay nada que debatir y que el camino está claro. Frente a eso los políticos se han convertido en unos perseguidores de votos y de cuotas de poder, y no en instituciones serias donde se debate ideas.

La reciente ciencia política

Los científicos políticos actuales también han colaborado con la crisis de la política en nuestro medio. Mucho de sus análisis han abandonado el estudio de las corrientes de ideas y se han dedicado a tratar la política con las herramientas metodológicas de la mercadotecnia. De esta manera, para ellos, hacer política es como vender autos o competir entre diferentes marcas de shampoos.

¿Es responsable que un candidato se declare no político?

La respuesta es contundente. Es absolutamente irresponsable. Los candidatos y los partidos que los soportan tienen que revalorar la política para el fortalecimiento de las instituciones políticas y permitir la renovación al interior de los partidos incorporando a jóvenes. También son irresponsables los periodistas que saludan y alaban a los políticos que se declaran no políticos o no políticos tradicionales. Lo responsable, más bien,  es elevar el nivel de la política para revalorarla, en cambio de desprestigiarla de entrada.

A mi parecer, los políticos que se declaran “no políticos” pero se encuentran rodeados de una rancia y hambrienta clase política se desprestigian a sí mismos.

jueves, 10 de marzo de 2011

Derecha e izquierda en el Perú

La izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas
Lucho Hernández


Satanización de la izquierda

Durante los últimos meses, a raíz de la contienda electoral municipal, pudimos observar en acción toda una maquinaria que tenía como finalidad satanizar y criminalizar a la izquierda. Los medios de comunicación tenían como consigna decirle al espectador "si Ud. vota por la candidata de la izquierda (es decir, la actual alcaldesa, Susana Villarán, estará cometiendo un crimen" Ciertamente, si uno hace apología del terrorismo estaría perpetrando algo que va contra las leyes, pero en un país con un sistema de partidos sano, votar por la izquierda no radical no es algo condenable. 

Rechazo  de la democracia

Pero estos sucesos son la muestra de una actitud que la derecha ha estado mostrando desde décadas en en Perú.  Dicha actitud nos muestra que hay una derecha en este país que rechaza la democracia. Ciertamente, no se puede evitar que algunos grupos sean esemigos de la democracia, pero el problema es que se trata de un sector dominante en la derecha peruana.

Ciertamente, contamos también con una derecha democrática, pero ésta no es tan fuerte como la antidemocrática. La derecha antidemocrática se encuentra coludida con los poderes fácticos para hacer que en este país tengamos una "democracia de baja intensidad" o lo que Alexis de Tocqueville denominó "despotismo blando".

Esta derecha autoritaria quiere libertades económicas, pero no libertades políticas. Es decir, pugna porque el mecado no tenga ningún tipo de regulación por parte del Estado, especialmente en mercado de trabajo, y rechaza el derecho de la población a ser partícipe del diseño del proyecto político para el país. Esta derecha tiene su propio proyecto y no está dispuesto a negociarlo con nadie. Por ello pone "mano dura" o "mano de acero" para que no se cambien los planes.

La alianza con los poderes fácticos

Esta derecha autoritaria está aliada con los poderes fácticos. Representa los intereses de las grandes empresas que son propiedad de las familias más poderosas del país. Los medios de comunicación irradian contantemente el discurso que la favorece, el del Perú como un país de emprendedores. Y para que nadie se atreva a cuestionarla, cuenta con el apoyo del sector corrupto de las Fuerzas Armadas, es decir, aquél sector que sobrevivió al encarcela miento de Montecinos, es decir, el sector que le impuso a Fujimori el año 90 la implementación del "Plan Verde", proyecto que Fujimori aceptó complaciente y pensando en los benefifios que eso le iba a significar.

Y el sector dominante de la Iglesia Católica, de tendencia ultraconservadora y autoritaria, resulta ser el cuarto poder fáctico que sirve de apoyo a la derecha autoritaria. Se trata de aquél sector de la Iglesia Católica que persiguió a Gustavo Gutiérrez y a la teología de la liberación, teología que significó una renovación muy importante en el pensamiento teológico, social y político no solo en el Perú, sino en el mundo. Se trata de aquél sector radical de la derecha católica que desea fervientemente que no existan universidades como la Pontificia Universidad Católica del Perú o la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Aquella que se opone al reparto de preservativos para evitar la expansión del sida, oposición que se defiende diciendo que eso resultaría un relajo de las buenas costumbres. Aquél mismo sector que adoctrina a los jóvenes en sus universidades y abriga la creencia que en el Perú hay ciudadanos de primera y segunda categoría, y por lo tanto las mujeres y los gays carecen de plenos derechos.

¿Esperando a los bárbaros?

Si la derecha democratica está tan disminuída, es tan vez porque nosotros, los ciudadanos dejamos que eso ocurra. Seamos de derecha o izquierda democrática, nos importa sobre manera que haya una derecha moderada, dialogante y democrática, como nos importa que suceda lo mismo con la izquierda. 

El poeta griego Contantino Cavafis tiene un poema titulado "Esperándo a los bárbaros", en el que se relata que la pobración se encuentra de brazos cruzados esperando a los bárbaros, quienes solucionaran todos los problemas. La tristeza se apodera de ellos cuando se enteran que los bárbaros no existen. 

jueves, 17 de febrero de 2011

La derecha radical y la renuncia a la política

Durante los años 30 en Europa, especialmente en Alemania e Italia, la extrema derecha decidió reemplazar la política parlamentaria por la violencia. Así, una vez que Hitler y Mussolini llegaron al poder disolvieron el parlamento, impusieron un proyecto no concertado, y persiguieron a los opositores. El proyecto que impusieron estaba guiado más por los apetitos personales que por el “bienestar de la sociedad”.



¿Por qué los ciudadanos aceptaron dicho proyecto?



Si bien hubo una oposición que fue exterminada, la mayoría de la población aceptó el proyecto de la derecha radical. Hay muchas explicaciones que confluyen, pero entre las que podría resaltar son la humillación y el temor.

Es sabido que después del tratado de Versalles, Alemania e Italia sufrieron una gran humillación como naciones. Pero el temor es una pasión que puede dominar a los miembros de una sociedad y de la que un dictador puede aprovechar para colocar sus garras sobre la ciudadanía.

Puede tratarse de miedo al comunismo o al desempleo, o a seguir sufriendo humillación nacional. Cualquier fantasma es una buena herramienta para infundir terror en la población, especialmente si se cuenta con medios de comunicación masivos, como la radio, los grandes estadios y las plazas repletas para las peroratas terroristas.



La renuncia a la política



Cuando la derecha radical ha desbaratado el parlamento y ha reemplazado la concertación, el diálogo y la negociación por la imposición de un proyecto por medios violento, podemos decir que allí ha muerto la política.

Ciertamente, es común la idea maquiavélica de la política como “captura de poder”. Si tal definición de la política fuese correcta, tendríamos que aceptar que quien controla un territorio por medio de las armas tiene “poder político”. El poder político supone legitimidad, y un delincuente que me apunta con un arma tiene poder, pero no poder político.



Legitimada del poder político



Hannah Arendt (Arendt, La condición humana, 1996) y Jürgen Habermas (Habermas, Facticidad y validez, 2001) han acertado al distinguir claramente la política de la violencia. La política consiste la deliberación entre todos los ciudadanos respecto del proyecto común. La violencia, supone más bien, eliminar los mecanismos de deliberación para poder imponer el proyecto o el interés de un sector de la población.



La derecha autoritaria actual



En la escena política contemporánea se ha instalado una derecha autoritaria que sigue utilizando el miedo como un mecanismo de control sobre la población. Todorov (Todorov, El miedo a los bárbaros, 2008) señala que en el mundo actual hay muchas pasiones sociales que los políticos utilizan para neutralizar la política. Entre ellas se encuentran el miedo y la apetencia. En Europa y Estados Unidos el miedo es la pasión que la extrema derecha utiliza para controlar a la población. Se trata del miedo a los inmigrantes y a los agentes del terrorismo internacional. El temor a los árabes resulta ser una pasión poderosa.



La derecha autoritaria en Perú: apetencia y temor.



En otros países, como Perú, el miedo se combina con la apetencia. Los grandes empresarios han trazado los lineamientos para el futuro: crecimiento de las empresas, control sobre la población a través de los medios de comunicación y difusión del temor a todo lo que huele a comunismo.

Esta derecha, movida por la pasión de la apetencia, ha definido el futuro sin consultar a la población. Cuando alguien cuestiona el proyecto, lo tilda de bárbaro, incivilizado, retrógrado o manipulado por comunistas, como en el caso de Bagua. Y para potenciar infundir el temor en la población, se señala que la delincuencia está aumentando y que el terrorismo de Sendero luminoso no ha sido erradicado (Adrianzén, Perú hoy. Por aquí compañeros, Aprismo y neoliberalismo, 2008).

La derecha en Perú está lejos de tener un proyecto de país. Ciertamente, se maneja dentro de los márgenes de una democracia de instituciones débiles, pues hoy ya no es posible mantenerse en el mercado global y ser una dictadura cuando se es un país chico. Así como Hitler estaba dominado por la apetencia de un poder mundial, la derecha radical peruana está dominada por la apetencia del enriquecimiento. Es por eso que ha renunciado a la política y ha optado por la violencia.