Despues de una agotadora campaña y una exasperante espera, tenemos por tin un nuevo presidente en el Perú, el comandante Ollanta Humala. Esto abre un nuevo capítulo en nuestra vida política del país, marcado por la promesa de continuidad con el modelo de crecimiento que promete abrirse a una unclusión social que en diez años no ha estado presente, y en segundo lugar por un triúnfo de una coalición de fuerzas políticas de izquierdas.
Una campaña que los peruanos no merecíamos
La campaña electoran, tanto para primera vuelata como para el caso de la segunda vuelta ha tenido un formato que los electores peruanos no merecíamos. Marcada por la difamación, el golpe bajo de parte de todas las partes involucradas, la grosera parcialidad de muchos medios de comunicación caracterizó a lo que periodistas internacionales prestigiosos como Glenda Umaña de la prestigiosa cadena CNN caracterizó como una de las más agresivas en la región.
Una campaña de esa naturaleza no la merecemos los peruanos por que ello termina por profundizar las heridas y los fraccionamientos en la población y en la clese política. Ciertamente, los intereses que estaban en juego eran muy grandes y poderosos, pero el nivel de agresión dice mucho de lo que el términos políticos ha madurado nuestra democracia.
La inclusión social
Ciertamente, en Perú ha faltado mantener un crecimiento económico in inclusión social y con participación política de los ciudadanos. Las políticas han estado siendo dirigidas por los sectores empresariales, quienes aprovechando la coyuntura internacional y la complegidad del partido de gobierno han detenido el proceso de democratización política en aras de un crecimiento macroeconómico.
Es evidente que la ciudadanía exige inclusión social y democracia política. La pregunta legítima es si la coalición de izquierdas en el Perú se encuentra a la altura de las circunstancias. La escaza reflexión sobre sus presupuestos políticos hace que el escepticismo respecto de ello sea más que razonable. La izquierda en el Perú tiene que ser muy conciente que sin una reflexión profunda respecto de sus ideas corren el riesgo que después de Humala tengamos veinte años mas de gobiernos de derechas que no han satisfecho las exigencias de los ciudadanos, sino de los empresarios.
La responsabilidad de los medios de comunicación
En las circunstancias actuales la responsabilidad de los medios de comunicación es crucial para que el Perú salga adelante, y que la polarización social que ahora existe se amengúe. Sin embargo desde el principio medios televisivos como el Canal N y América Televisión, en su transmisión conjunta se han encargado de poner en entre dicho la capacidad del virtual presidente electo, debido a que de demoró en declarar ante los medios que ha ganado las elecciones. Si bien la demora ha causado cierta extrañeza, no es tan grave, y no puede tomarse como un indicio de que va a realizar una mala gestión. Lo que la democracia espera es que los medios serios de comunicación asuman una actitud responsable y no se conviertan en herramientas de polarización social.
Si bien, tal vez, los resultados no son los que ellos deseaban, pero es claro que la ciudadanía a tomado esa decición y no otra, y eso es algo que es necesario respertar.
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