Richard Rorty señaló en una entrevista que la universidad debe fomentar la imaginación y la crítica. La imaginación para pensar sociedades y un mundo diferente, más justo, más plural y libre, y la crítica para cuestionar las injusticias existentes y los sistemas de pensamiendo dogmáticos y reiterativos en las cátedras universitarias. Aquello que Rorty señaló respecto de las universidades también es importante para la educación en general (purimaria, secundaria y terciaria).
LA ESCUELA Y EL ACHATAMIENTO
En Perú, en América Latina y en el mundo en general se está produciendo un fenómeno de achatamiento de personal de los estudiantes. La escuela y el sistema educativo en general ha devenido en una aplanadora que pasa por encima de los estudiantes para eliminar su individualidad, su autonomía, su imaginación y su capacidad de crítica.
En este sentido, la educación está produciendo agentes que son funcionales al funcionamiento del mercado. El mejor mecanismo para realizar esto es inculcar en los estudiantes los discursos del éxito, la carrera y la competencia. El discurso del éxito inculca en los alumnos la idea que para tener éxito deben abandonar el estudio de las humanidades y las artes (y aceptar que estas disciplinas sean eliminadas de las currículas) para concentrarse en aquellas que les aseguren insertarse asertivamente en el mercado y ganar dinero rápido y en cantidades. El discurso del éxito se encuentra asociado al del sujeto empresario y emprendedor.
Los discursos de la carrera y la competencia crea en el imaginario estudiantil y pedagógico la idea de que todos se encuentra en una competencia hacia una misma dirección, y con ello se elimina la espontaneidad de dirigirse a satisfacer sus inquietudes e intereses propios. Quien está en competencia aplaza sus propios intereses y curiosidades para poder llegar a una meta que no sabe si realmente le interesa o lo satisface. La formación basada carreara y la competencia se encuentra en oposición directa a la educación basada en la curiosidad, la libertad, la imaginación y el cuestionamiento crítico.
LA EMPRESA, LA BUROCRACIA, LA IGLESIA, LAS FUERZAS ARMADAS Y LA ESCUELAS COMO FUENTES DE LA “NORMALIZACIÓN” DE LA CONDUCTA.
La escuela y la educación en general, se inserta en un proyecto de “normalización de la conducta” que tiene como meta producir sujetos acríticos y funcionales a los intereses del mercado. Este proyecto corroe el sistema democrático e instaura un sistema de relaciones jerárquicas donde la libertad de pensamiento y acción, y especialmente la deliberación pública son debilitadas sustancialmente. Las relaciones jerárquicas que las instituciones de la Iglesia, las Fuerzas Armadas y la burocracia estatal perforan la educación para cancelar las relaciones horizontales de la democracia y reemplazarlas los relaciones jerárquicas. La escuela, perforada por dichas dinámicas, buscan convertir en los ciudadanos en funcionarios eficaces para el mantenimiento de los sistemas jerárquicos.
EDUCCIÓN, SOCIEDAD Y DEMOCRACIA
Es por esta razón que es indispensable pensar nuevas formas de relaciones al interior de las escuelas y de articulación entre las escuelas y universidades con el entorno social. La formación debe dejar de entenderse como una formación de agentes para el mercado y las Iglesias, para convertirse en una actividad social democrática, que esté en constante contacto la vida y las necesidades sociales, a fin de no satisfacer exclusivamente las necesidades funcionales de las empresas en el mercado, sino para servir como punto de vista crítico ante las grades injusticias sociales y políticas que se viven en Perú, en América Latina y en el mundo.