La extrema derecha eclesial en el Perú encuentra en Juan Luis Cipriani, en el Opus Dei y en el Sodalisium sus mayores articuladores. Esta facción de la extrema derecha fue promovida por Juan Pablo II en el contexto de su combate contra el comunismo, en Europa del Este y de la Teología de la Liberación en Latinoamérica. La extrema derecha eclesial tiene dos frentes de acción: la política al interior de la Iglesia Católica y la política dentro de la sociedad peruana. En los dos ámbitos de acción ha conseguido una posición privilegiada a la política de Juan Pablo II se nombrar a Cipriani Cardenal de Lima y al nombrar obispos a varios de su representantes, en ciudades importantes como Arequipa y Piura.
Al interior de la Iglesia Católica en el Perú, la política de la extrema derecha eclesial dos propósitos: uno ideológico y otro económico. El ideológico es eliminar al sector eclesial vinculado a la Teología de la Liberación. El lugar de ella, ha impuesto en los centros de formación de sacerdotes una teología conservadora, de inspiración neotomista, rigorista y compatible con los intereses del neoliberalismo. El económico es hacerse de recursos y bienes de la Iglesia para poder potenciar su su actividad política y saciar la ambición de poder económico y político de sus representantes. Para estos objetivos no ha dejado de aprovechar la posición de poder que tiene dentro de la Iglesia.
Respecto de la sociedad, la extrema derecha eclesial eclesial tiene como objetivo imponer una moral conservadora, a través de los medios de comunicación, la escuela pública (a través del curso de religión) y la escuela privada, a través de sus escuelas propias. Además, el otro objetivo es influir en la política nacional por medio de la intervención directa, a través de las opiniones de su líder, Juan Luis Cipriani, quien no espera la oportunidad de opinar respecto de toda cuestión política, sea a través de su programa radial, sea vía las entrevistas que los medios le hace. Pero su intervención en la política nacional es complementada por sus aliados en el congreso y en los partidos políticos.
La extrema derecha intelecual es apoyada por un sector de la extrema derecha académica, que de la mano de Carl Schmitt, Joseph de Maistre y el neotomismo busca potencias su presencia en las universidades y en los debates académicos. Aunque sus argumentos no son tan sólidos, su producción es abundante y penetran el discurso académico a través de artículos y las cátedras.
La extrema derecha en el Perú cuenta con una representación política a través de partidos como el fujimorismo, el APRA y un sector del PPC. Otros grupos pequeños se asocian a esta extrema derecha.Todos ellos tienen conexiones con la extrema derecha empresarial y la eclesial, así como se comprometen con ideas como aceptar la democracia no por principio, sino por estrategia, hasta el punto que no ven ningún problema con la desestabilización política del sistema democrático. Además tiene conexiones con sectores altamente corruptos y controla instituciones importantes del Estado, como el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. La extrema derecha política en este país es neoliberal en economía, autoritaria en política y conservadora en términos culturales. Por ello se siente cómoda con los intereses empresariales, contenta con la dictadura y la autocracia, y adversa al progresismo cultural representado con la exigencia de matrimonio para todos. Esta extrema derecha política ha penetrado en las universidades y, junto con la extrema derecha intelectual ha neutralizado el debate político y ha impuesto un pensamiento único
La extrema derecha intelecual es apoyada por un sector de la extrema derecha académica, que de la mano de Carl Schmitt, Joseph de Maistre y el neotomismo busca potencias su presencia en las universidades y en los debates académicos. Aunque sus argumentos no son tan sólidos, su producción es abundante y penetran el discurso académico a través de artículos y las cátedras.
La extrema derecha en el Perú cuenta con una representación política a través de partidos como el fujimorismo, el APRA y un sector del PPC. Otros grupos pequeños se asocian a esta extrema derecha.Todos ellos tienen conexiones con la extrema derecha empresarial y la eclesial, así como se comprometen con ideas como aceptar la democracia no por principio, sino por estrategia, hasta el punto que no ven ningún problema con la desestabilización política del sistema democrático. Además tiene conexiones con sectores altamente corruptos y controla instituciones importantes del Estado, como el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. La extrema derecha política en este país es neoliberal en economía, autoritaria en política y conservadora en términos culturales. Por ello se siente cómoda con los intereses empresariales, contenta con la dictadura y la autocracia, y adversa al progresismo cultural representado con la exigencia de matrimonio para todos. Esta extrema derecha política ha penetrado en las universidades y, junto con la extrema derecha intelectual ha neutralizado el debate político y ha impuesto un pensamiento único
No hay comentarios:
Publicar un comentario