La extrema derecha en el Perú se caracteriza por ser esencialmente antidemocrática, discriminatoria y racista. Su aceptación con la democracia es simplemente estratégica, pero no basada en un compromiso con los principios la sociedad democrática, razón por la cual se siente más a gusto con sistemas dictatoriales, como el de Alberto Fujimori. Ésta tiene diferentes rostros. Existe una extrema derecha empresarial, académica, otra eclesial y una política, entre las más relevantes.
La extrema derecha empresarial se adhiere al neo liberalismo económico y está representada por las grandes empresas que imponen políticas económicas en el gobierno a través de sus operadores al interior del mismo y a través de su capacidad de presión desde fuera de éste. Esta extrema derecha tiene como objetivo transformar a los ciudadanos en consumidores y propala la creencia según la cual el Perú es un país de empresarios. La conversión de ciudadanos en consumidores le permite a esta derecha atomizar a la población y evitar que articulen algún proyecto de país alternativo al que plantea la derecha. El discurso del Perú como país de empresarios emprendedores tiene, entre otros objetivos, seguir atomizando a la sociedad civil y neutralizar el debate sobre los derechos sociales. Si todos han de ser dueños de sus empresas no serán empleados y los derechos sociales no tendrán relevancia alguna.
El discurso de esta derecha ha logrado empatar con la población y ha conseguido imponer sus ideas en la constitución del 93 en el capítulo de la misma dedicada a la los derechos fundamentales de la persona y en el capítulo económico. En el primer capítulo consiguió adelgazar los derechos fundamentales y en el segundo consiguió desregular el mercado del trabajo. La justificación que dió para esos cambios es que ellos eran importantes para modernización de las bases económicas del país. Esa justificación ha ganado apoyo popular debido a que los indicadores macroeconómicos desde entonces han sido buenos, si es que se leen desde los parámetros de la economía neoclásica que da cuenta del crecimiento de un país a través del PBI. Pero si se aplica otros indicadores, como el de desarrollo humano (que incluye acceso a la salud, a la educación de calidad, entre otras cosas), la posición del país desciende drásticamente.
Esta derecha tiene un aliado en una facción de la extrema derecha académica. La extrema derecha académica se encuentra dividida entre los defensores de los del neoliberalismo y los reaccionarios. Los primeros surten de ideas a la extrema derecha empresarial y los segundos a la extrema derecha eclesial. Entre los primeros se encuentran, en primera línea economistas y abogados. Los economistas se son defensores de las teorías neoclásicas y del neoliberalismo económico que considera que el mercado debe de distribuir todos los bienes en la sociedad, incluso la salud, la seguridad y la educación. Los abogados se han encargados de popularizar la idea de que el derecho es lo único que necesita una persona para orientarse en la vida, de tal manera que los proyectos morales de orientación de la vida son superfluos.
Ambos grupos, economistas y abogados han logrado articularse perfectamente en la corriente denominada "Análisis económico del derecho" que ha penetrado profundamente en las escuelas de derecho y que sostiene dos ideas centrales. La primera afirma que cualquier conflicto legal se puede solucionar a través del dinero. La segunda, que existe una ruptura entre el derecho público y el derecho privado, de tal manera que los contratos de derecho privado pueden celebrarse haciendo abstracción de los derechos fundamentales. El gran propulsor de las ideas del "Análisis económico del derecho" en nuestro medio es Alfredo Bullard, cuyas ideas son acogidas y polularizadas por la extrema derecha empresarial. Lamentablemente, las ideas de Bullard no resultan ser originales, sino que son la compia de las ideas del filósofo Robert Nozick, quien a su vez repite las ideas de Von Kayeck.
Este sector académico de la extrema derecha ha penetrado en la reforma del Estado, especialmente en la llamada profesionalización de la burocracia. El modelo que se está utilizando realizar esto es aquél que se aplica en el mundo empresarial. Este sector académico a logrado que el Estado se convenza de que la Ética Pública debe de dejar fuera la ética de la política, a la sociedad civil y a ideas como democracia, derechos fundamentales y derechos humanos. . En esto cierto sector de científicos políticos se han asociado a los economistas y abogados.
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