domingo, 6 de abril de 2014

DE OTRO MODO, LA DICTAUIRA HABRÁ VENCIDO

      El sábado 5 de abril., justo el día en que se recordó los 22 años del golpe que instauró la dictadura más nefastas que se instaló en este país, tuve que dictar una clase a un grupo de jóvenes en la que discutimos algunas ideas de Thomas Hobbes. De acuerdo a Hobbes, el ser humano tiene una naturaleza según la cual el ser humano es autointeresado.  La pregunta que guió el desarrollo de la clase fue, entonces, si Hobbes estaba en lo cierto, de decir, si el ser humano es egoísta por naturaleza.No me sorprendió el que la mayoría de esos jóvenes respondiesen que sí. Lo que me sorprendió es que sólo unos pocos, realmente muy pocos, sostuvieran que Hobbes estaba equivocado. 
       Esta idea hobbesiana se ha vuelto sumamente popular y constituye el punto de vista de nuestra época. Ella tiene dos caras: de un lado, el ser humano se encuentra en competencia con los demás para conseguir lo que desea (se encuentra en un "estado de guerra", señala expresamente en filósofo inglés). En esto se empata con la idea neoliberal de que las personas son esencialmente agentes competidores en el mercado. La otra cara que tiene esta concepción de Hobbes se conecta perfectamente con una idea que la Iglesia conservadora había puesto en circulación mucho antes de que Hobbes escribiera sus obras: el ser humano es pecador por naturaleza y, por lo tanto, necesita una contención. La moral cristiana centrada en la idea del pecado tendría una función de contención de la tendencia que las personas tendrían hacia el pecado.
         La primera cara de esta idea ha tomado una fuerza renovada a partir de los años 89, con la caída del muro de Berlín y la victoria del capitalismo neoliberal sobre las ideas socialistas y comunistas. A partir de entonces comenzó a hacerse moneda común la creencia de que todos los procesos sociales pasan por el mercado y que todo se encuentra sujeto a compra y venta. El objetivo central de las personas rería acumular dinero y ser exitosos competidores en el mercado. Esta creencia ha sido propalada por los diferentes medios de comunicación y ha conformado el sentido común de la población. Por otro lado, el mismo proceso llevó, en el catolicismo, un avance de las facciones conservadoras que desactivaron los progresos alcanzados el Concilio Vaticano II, y en el mundo evangélico, fortaleció también a los sectores más conservadores.. Si mis alumnos vieron la televisión, escucharon radio y se conectaron a internet, y además fueron a la iglesia, entonces recibieron la idea hobbesiana como si fuese un slogan publicitario. Y si la escuela no les ha dotado de herramientas conceptuales para tener una mirada crítica frente a ese dis curso, entonce ya están hechos.
        Ahora bien, si uno acepta la idea de Hobbes va a tener la propensión a creer dos cosas más: que en la vida política la dictadura es mejor que la democracia y que la corrupción es algo natural. Así, como las personas tienen esa tendencia natural al egoísmo, el mejor sistema político es la dictadura, porque éste contendrá, a través de la fuerza pública, las tendencias autointeresadas de las personas,las orientará hacia la competencia en el mercado y  asegurará la paz a través de la violencia. Además, puesto que el ser humano es pecador, es corrupto por naturaleza, lo cual lleva a considerar que la corrupción es un estado natural de las personas, y que todos podemos ser señalados por nuestras acciones corruptas. Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos utilizaron perfectamente esas ideas. Ambos se encargaron de montar un régimen represor de las libertades y de grabar las acciones corruptas de las personas para extorsionarlas y corromperlas aún más.
       Pero ellos tuvieron el éxito que tuvieron gracias a que las ideas de Hobbes ya estaban en circulación.  De esta manera, a 22 años de la instauración de la dictadura en el Perú, sucede que no basta con derrotar políticamente al fujimorismo, sino de desactivar la idea hobbesiana. De otro modo, la dictadura habrá vencido   

1 comentario:

Anónimo dijo...

El Estado debe ser montruoso, gigantesco. porque tiene fuerza y el soberano debe estar dotado por un hombre con una espada que representa el poder militar y el báculo que representa el poder
espiritual. No hay poder en la Tierra como este, nada de compara, es el poder supremo. El hombre es un lobo para el hombre, planteaba Hobbes. Por eso, no se puede seguir justificando a un sistema opresor y negligente que ha sustituído los valores por las leyes de mercado, íba a llevarnos al desastre. Es de necio confundir valor y precio, escribió Antonio Machado. Una de las complejidades del mundo actual era la falta de dinero para la lucha contra el hambre, sí aquiel enemigo silencioso y amargo que mata por inanición a 60,000 personas cada día, al tiempo que se invierte 4,000 millones de dólares en armamentos. No había fondos para los Objetivos del Milenio, pero de pronto se han abierto compuertas de dinero y han salido miles de millones de dólares para la crisis americana. Por otro lado, los pobres no son víctimas del fatalismo sino de causas y sistemas bien determinados. El impacto de Juan XXIII fue suprimido posteriormente e incluso altos prelados de la curia romana rezaron en su tumba: "Dios le perdone todo el daño que le ha hecho a la Iglesia". Hemos evolucionado tristemente de una economía de mercado a una sociedad de mercado. El grado de corrupción del gobierno de Fujimori es una extensión de la crisis espiritual que nos afecta como individuos. El padre de Montesinos en su nota suicida le confesó a su hijo 3 pilares: "Cuida a tus hermanos y hermanas, nunca seas pobre, jamás dependas de nadie sino de ti mismo. El tiempo de silencios ha concluido, ahora es el tiempo de los pueblos.
Capitán Nemo :D