domingo, 10 de febrero de 2013

LA APUESTA APRISTA


         En vistas al incremento del apoyo al NO, gracias a la articulación que logró conseguir para su campaña, sigue abierta la pregunta de por qué razones García mueve la maquinaria aprista en apoyo al SÍ.  Muchas son las razones que motivan a García para tomar esta decisión riesgosa. Mantener notoriedad política y medir sus fuerzas con potenciales rivales del futuro, como puede serlo Toledo.
            Sin embargo, una de las razones interesantes que pueden estar en juego es el intento de desarticular a la izquierda. He de reconocer que respecto de esta intuición soy deudor de Ronald Reyes. Según esta hipótesis, el líder aprista percibe que una izquierda robustecida, moderna, democrática y liberal se le presenta como una amenaza inminente en dos frentes: el primero es el externo, mientras que el segundo es interno al partido.
            En el frente externo, una izquierda con tales características puede quitarle muchos votos de aquellos simpatizantes del partido de la estrella que lo asocial con la izquierda. Aunque esa asociación es realmente ilusoria, pues el APRA hace mucho tiempo que abandonó posición de izquierda y devino un partido de derecha, sin embargo cierta clase de votante considera aún al APRA actual aquél partido que fundó Haya de la Torre.
            Pero el segundo frente es el que más preocupa al ex presidente. Muchos jóvenes, al interior del partido, se sienten incómodos y decepcionados con la excesiva derechización que le ha impreso García, pero como no encuentran ninguna figura con suficiente capacidad de convocatoria, que signifique el giro hacia la izquierda y que pueda hacer de contrapeso a líder actual, entonces muchos jóvenes del partido se encuentran resignados a la situación actual. Pero, ¿qué pasaría con este sector de jóvenes, si asistiesen al robustecimiento de una izquierda moderna e interesante? Podría abrirse una posibilidad para que un contingente significativo de estos jóvenes migrase a la izquierda, desequilibrando al APRA y al liderazgo de García dentro del partido.
            Esta podría ser una razón que llevase a  al líder actual a embarcarse en la empresa de intentar hundir a lo que actualmente está representando esa izquierda: la alcaldía de Susana Villarán. Es por ello que el comprometerse con la el SÍ a la revocatoria resulta ser una prioridad, aunque sea cual sea el escenario resultante no es aragüeño para el APRA, pues en el caso de que prospere, la ciudadanía de Lima va a culpar al partido por el desconcierto, y si el escenario es adverso al SÍ, el APRA y su líder tendrán que cargar sobre sus hombros la derrota. Pero, entre ambos escenarios, conviene a García que gane el SÍ, porque con ello aleja la amenaza que significa para su liderazgo dentro del partido el fortalecimiento de una izquierda atractiva a los jóvenes apristas. Entonces, desarticular a la izquierda liberal es importante y derribar a Villarán es un paso clave en esa estrategia, pues con ello podría decir que la izquierda no sabe gobernar.

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