Continuando con su campaña de
generar la compasión en la población para forzar el indulto, el fujimorismo ha
lanzado al aire mediático una imagen del líder de su clan con una inscripción
críptica. En ella se puede leer: “Perdón por lo que no llegué a hacer y por lo que no
pude evitar”. Este pedido de perdón en curioso, especialmente en el contexto
político.
En
primer lugar, este pedido de perdón adviene después de que algunos sectores han
lo exigido. Parece ser que no es un pedido basado en la convicción y
sinceridad, sino por la presión mediática y que corresponde más a un cálculo
político que a una expresión sincera. En segundo lugar, este exótico y oriental
pedido de perdón se inserta en un contexto en el que el propio Alberto se reúsa
a firmar la solicitud de indulto. En tercer lugar, dicho pedido se da poco
tiempo antes de que desapareciesen las muestras de los tumores extraídos al
exdictador del INEN.
Si
analizamos el pedido de perdón que Carlos Raffo se encargó de propalar, encontramos
en él muchas cosas extrañas. El pedido no está firmado y sólo nos queda
confiar en las palabras del Sr. Raffo,
quien atestigua que interviene por la amistad que guarda con Alberto, ¿o acaso
lo hizo por su amistad con la familia?; es decir, que Raffo actúa por pedido de
la familia y no por pedido del mismo Alberto. Si la palabra del Sr. Raffo no
estuviese tan devaluada, no tendríamos derecho a abrazar esta duda.
Además,
el fraseo es curioso, porque es y no es un pedido de perdón. Esta ambigüedad emerge
porque nadie pide perdón por lo que hace, a menos que piense que pudo haber hecho algo que debía
hacer. Ciertamente, esta primera parte de la formulación podría interpretarse
como “pude haber evitado la violación de derechos humanos, pero no lo hice, por
lo tanto pido perdón a las víctimas y los deudos”. Pero, tal como dice la
inscripción, se puede interpretar que el pedido de perdón por razones como
“pude combatir con más brutalidad el terrorismo y violar más derechos humanos
de personas inocentes, y pido perdón por no haberlo hecho” o “pude llevar
adelante una política económica más exitosa y no lo hico, por lo cual pido
perdón”.
Pero
la segunda parte de la formulación es claramente contradictoria con lo que
significa pedir perdón: “pido perdón por lo que no pude evitar”. A nadie se le
imputa una sanción moral o jurídica por lo que no puede evitar, de manera que
en ese caso no cabe solicitar perdón. Yo no puedo evitar que la sangre corra
por mis venas, y es absurdo el que pida perdón por no poder hacerlo. O si no
puedo evitar que otro actúe perversamente, lo que debo hacer es denunciarlo,
pero no pedir perdón.
Es
supuesto pedido de perdón no es en realidad lo que pretende. Sólo hay dos
maneras de explicar esto. La primera es atribuir irracionalidad a quien
escribió ese texto; la segunda es la de insertar ese falso pedido de perdón
dentro de toda una estrategia. La segunda explicación es más sólida que la
primera, pues se engarza adecuadamente con
la política de manipulación de la opinión pública llevada a cabo por los
fujimoristas y sus aliados, y es compatible con la negativa del exdictador de
firmar la solicitud de indulto, porque
lo que quieren evitar una muestra palpable y firmada de un reconocimiento de
haber cometido delitos de lesa humanidad. Además, resulta coherente como
estrategia con la desaparición de las muestras del INEN. Esas desapariciones se
circunscriben en el contexto en el que se está discutiendo si el líder del clan
tiene cáncer terminar, para poder otorgarle indulto humanitario. Una estrategia bien armada para fortalecer la
posición del fujimorismo y auspiciar al clan un buen futuro político.
Para
que podamos abandonar la interpretación que he esbozado, lo que debe suceder es
que Alberto firme la solicitud de indulto y debe hacer directamente un pedido
de perdón claro y sin ambigüedades a las víctimas de las violaciones de
derechos humanos y a todo el país por la maquinaria de corrupción generalizada
y sin precedentes en la historia del Perú que no sólo permitió sino también promovió
y articuló. Debe pedir perdón por hacer denunciado a la Presidencia de la
República por fax desde Japón y por haberse escudado cobardemente en su
nacionalidad nipona. A demás debe devolver el dinero que sustrajo del tesoro
público durante su gobierno. Y es
indispensable que aparezcan esas muestras que fueron sustraídas del INEN. En
síntesis, para que creamos en el clan y a su líder, éste debe pedir perdón por
haber sometido a todo el país y a sus instituciones (a la FFAA, a los poderes
del Estado, a las instituciones) a la humillación de su historia.
1 comentario:
Ese pedido de perdón es una verdadera burla. La primera parte pide perdón por lo que no llegó a hacer, (sin especificar qué). Pero con las palabras: "no llegué a hacer", intenta sugerir sutilmente que, o iba en camino a hacerlas ¿A qué se referirá?
En la segunda parte, pide perdón por las cosas que no pudo evitar. Increíble. Se supone que debemos considerarlo un dechado de humildad. En realidad busca zafar de todas sus responsabilidades. No señor, no es que haya podido evitarlas, sino que pudiendo, no lo hizo, las permitió, y más allá, las aprobó antes de su ejecución. Y ahora pretende que creamos que escapaban a su conocimiento.
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