De un tiempo a esta parte ya no contamos en la escena cultural con movimientos o colectivos importantes cuya producción artística se encuentre orientada hacia la reflexión más que hacia el mercado. Es decir, colectivos de artistas que entiendan su actividad cultural como una exploración de los límites del lenguaje de sus respectivas artes, a fin de ampliarlo y de dotarnos de nuevas imágenes de lo que somos como individuos y como sociedad. Los últimos esfuerzos significativos se agotaron en los 90. En la poesía - por poner un ejemplo que conozco más- uno de los últimos grupos relevantes fue el denominado Inmanencia. Hoy en día, los poetas van solos, en emprendimientos individuales. Y muchos de ellos han girado hacia la narrativa, especialmente la novela, por tener "mayor alcance". Lo mismo sucede con algunas casas editoriales, que nacieron centradas en la poesía y giraros hacia la narrativa, por las mismas razones. Un ejemplo lo constituye Estruendomudo. Paracaídas, de reciente formación, se mantiene decidida en la poesía especialmente, pero es una excepción. Es que hay una idea que se encuentra en retirada, a saber, "trabajar para no ganar dinero", y ha sido reemplazada por la idea del "emprendimiento", es decir, "hacer algo para ganar dinero".
Ciertamente haríamos mal en señalar con el dedo a los artistas y las casas editoriales por tratar de sobrevivir en el mercado. La pregunta de fondo es ¿qué o quién los metió en el mercado? Y la otra es ¿pueden salir del mercado? Ambas preguntas se tienen como respuesta el hecho de que en el Perú se desplegó una reforma estructural general dirigida a consolidar el proyecto del neoliberalismo. Esta reforma, atraviesa la política, la economía, la vida social y la constitución de la subjetividad, y fue emprendida a partir de la dictadura de Alberto Fujimori, y continuado por los gobiernos democráticos. La reforma neoliberal de la estructura básica de la sociedad peruana ha impuesto un modelo económico que ningún gobierno ha cuestionado y que se ha instalado a través de la ficción del "acuerdo nacional", es decir, se da por supuesto que dicho modelo es fruto de un acuerdo nacional entre las fuerzas políticas y la sociedad peruana, cuando eso no fue nunca así.
Pero hay algo más, el modelo económico impone una subordinación de la política a la economía, de tal manera que los criterios por los que se toman las decisiones fundamentales son criterios que provienen de la economía (libre concurrencia y libre competencia en el mercado, eficacia, eficiencia, entre otros), en vez de la deliberación y el debate público. Así, en vez de que el debate político subordine a la economía, la segunda domina sobre el primero. Esto trae como consecuencia el que dos cosas queden fuera de la discusión democrática: a) la estructura que tiene el mercado, y b) el que el mercado gobierne toda la distribución de los bienes de la sociedad. En esto se juega el presente y futuro de los derechos y de la cultura, entre otras cosas.
El hecho de que el mercado esté devorando todos los bienes de la sociedad - y estemos pasando a ser una sociedad que incorpora un mercado o ser una sociedad de mercado, en la que todo se rige por los imperativos de la ganancia- afecta profundamente a la creación artística o cultural. Esto se da en varios sentidos, entre los que podemos mencionar los siguientes:
A) El "arte" se está orientando hacia el mercado, dirigido al consumo de masas y está bajando en nivel de su elaboración, de modo que se convierte en una mercancía en el mercad. Esto trae consigo el fenómeno de "arte para vender" o "arte para ganar dinero". Los "artistas" en vez de buscar traspasar los límites del lenguaje elaborando metáforas creativas que recreen la subjetividad de las personas, quedan atrapados en la metáfora petrificada de la "ganancia en el mercado" y su búsqueda se dirige hacia los "nichos de mercado". Así nacen los fenómenos del cine nacional como Asumare.
B) Los artistas que buscan renovar el lenguaje cultural se encuentran con el imperativo del mercado de "producir para la ganancia". Esto hace que decidan abandonar los grupos y colectivos e ir solos, a sin de ganar más, de manera individual, además de tener que desplazarse hacia géneros más rentables (los que tienen "más llegada"). Eso permite explicar el desplazamiento de la poesía a la narrativa. (publicar poesía, es "perder" dinero, en cambio, publicar narrativa es "recuperar el dinero" o "ganar plata").
C) La dinámica propia del neoliberalismo (o también llamado "turbocapitalismo") genera una articulación de la identidad del sujeto - gracias a una tecnología de la subjetividad- que tiene tres dimensiones.
i) Las personas van sufriendo un proceso de desintegración social, que mina tanto la a la integración social como a su propia identidad. De esta, la sociedad es percibida por los individuos como un lugar hostil en el que se desarrolla una lucha en la competencia con los demás. Los espacios de relación solidaria entre las personas queda recluida al ámbito de la pareja, la familia o las amistades.
ii) Al mismo tiempo, las personas se relacionan consigo mismas de una manera particular: se identifican como consumidores de determinadas mercancías, y eso es lo que denominan su identidad o su moral. Con esto se opera una penetración del dinámica del mercado al interior de la articulación de la identidad moral de las personas. Las personas terminan construyendo su valoración moral como quien elige mercancías en el mercado. Esto genera una identidad simplificada que hace que las personas sean presas fáciles de prédicas radicales como son las prédicas religiosas hiperconservadores y proyectos políticos radicales, tanto de derecha como de izquierda.
Incluso, muchas personas que se acercan a la producción intelectual, se aferran a ciertos formas de pensamiento y pierden la posibilidad de explorar el mundo de las ideas. Un ejemplo de lo último son los foucaultianos reduccionistas, los partidarios del Análisis Económico del Derecho, los defensores de la economía neoclásica o los marxistas ortodoxos. Todos ellos rechazan el debate de ideas, porque creen que están en la "Verdad" y por lo tanto, la discusión está demás. Los defensores del Análisis Económico del Derecho y los economismas neoclásicos tiene una dificultad adicional. Puesto que tienen a los poderes fácticos de su parte (los medios de comunicación, el dinero, el sistema político vigente, el poder simbólico de la interpretación dominante de la religión y las FF. AA.), tienen un aliciente adicional para rechazar el debate. De modo que si sospechasen que sus teorías no son verdaderas, ello no les importaría, porque tienen herramientas para imponerla por la fuerza.
iii) Como esta construcción de la identidad personal es simple y poco elaborada, va generando una dificultad para decodificar mensajes más complejos. Es por esta razón que las personas en la sociedad peruana neoliberal tengan la tendencia a tener dificultad para enfrentar productos artísticos más elaborados. Esto hace que mientras la Película de Carlos Alcántara haya tenido un éxito inusitado, la película Sigo siendo halla pasado desapercibida. Esto quiere decir que los artistas enfrente la dificultad de encontrar receptores de su trabajo que no tengan la capacidad de entenderlo, y por lo tanto lo rechazan.
1 comentario:
Estimado profesor, estoy muy de acuerdo con su descripción de las condiciones actuales del mercado artístico, y más aún en cuanto profundiza en su descripción del neoliberalismo, me parece importante algunos de sus elementos de análisis que incluso confieso que no los había percibido de ese modo. Sin embargo le planteo las siguientes cuestiones. ¿Habría elementos de este mercado del arte que se pueden atribuir a condiciones mas allá del neoliberalismo?, por ejemplo el giro "individualista" que prima la ganancia ante la propia libertad de "crear" del artista se puede explicar en los términos que usted a descrito, pero el "alejamiento" de estos artistas, ¿no se puede pensar más bien como una "constante" -salvas excepciones- del mundo artístico peruano?, y esto va más allá de cuántos ejemplares vendan de sus obras, sino más bien tiene que ver con el compromiso implícito que implica hacer arte, el para qué se hace, y en este punto más que ver el neoliberalismo como una "ruptura" entre lo que fue el compromiso reflexivo de los artistas y en lo que ahora ha terminado, me parece que más bien el neoliberalismo implica la profundización de una "dinámica del arte" muy antigua, por ejemplo ya Mariátegui en su obra "El artista y la época" criticaba a los artistas de ese entonces por su "alienación", su poco compromiso social y por ser serviciales con los poderes fácticos de turno, elementos de crítica que también detecto en su artículo.
Esta es una opinión muy mía y espero poder intercambiar ideas, saludos profesor.
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