El actualmente conocido Estado Islámico (EI) ha sido un fenómeno cuya expansión vertiginosa ha tomado por sorpresa y ha escandalizado a la opinión publica mundial. Lo sanguinario de sus acciones, el ataque contra los mismos musulmanes de origen chiitas y las pretensiones de instaurar una Jilafa o Estado Islámico que vaya de España hasta las Filipinas han generado terror por mundo entero. Junto con esto, el utilizar medios masivos de comunicación como herramientas para presentar tus actos de ejecución han servido como forma de terrorismo amplificado. No soy especialista en cuestiones islámicas ni en la política del medioriente, por lo tanto haré algunas precisiones desde la filosofía política y la filosofía de la religión que puedan aportar al debate.
Estado Islámico y fundamentalismo
Resulta claro que EI representa una variante radical del fundamentalismo religioso. Si, en términos estrictos el término "fundamentalismo" refiere a un fenómeno propio del cristianismo evangélico estadounidense de principios del siglo XX vinculado al pronunciamiento denominado The Fundamentals en el que se cuestionaban algunos aspectos de la modernidad y en especial la teoría de Charles Darwin, se comenzó a utilizar a todo movimiento que tenga una actividad política radical y violenta, ya sea religioso o laico. Una de las características más resaltantes de los grupos catalogados como fundamentalistas es que opera una distorsión en la identidad de las personas.
Esta distorsión se dirige transformar la identidad compleja, en la cual la persona se comprende como teniendo una serie de pertenencias o focos de identidad, que caracteriza a toda persona en una identidad singularista, en la cual se genera la ilusión de que uno tiene una pertenencia central y que opaca todos los demás focos de identidad. Así, el feminismo exaltado genera en las mujeres que su identidad termina el los límites de su ser mujer, y la religión irritada genera la idea de que los confines de lo que somos acaban en los bordes de las creencias religiosas.
EI ha conseguido construir una identidad falsa en muchas personas alrededor del mundo que señalan que ésta se circunscribe en una de las interpretaciones del Islam, específicamente en una variante extremadamente radical del Islam sunita. Como todo movimiento fundamentalista, esta identidad incorpora la tesis del "todo o nada", es decir, o aceptas todo lo que el grupo indica o no formas parte del mismo. En este caso concreto, como en muchos otros, pensemos en Sendero Luminoso en Perú, la tesis del "todo o nada" es complementada con otra "o formas parte del grupo o debes de desaparecer". En esta vuelta de tuerca se muestra una radicalización del fundamentalismo y de la singularismo de la identidad.
Fundanentalismo y neoliberalismo
La información que disponemos señala que hay tres grupos de personas que adhieren a EI: 1) Musulmanes que abrazan una versión radical del Islam, 2) No musulmanes que abrazan la misma versión y 3) Musulmanes que no abrazan esa versión, pero que apoyan a EI como estrategia de supervivencia económica.
Esto merece algunos comentarios. 1 y 2 constituye lo que ahora se denomina yihadistas. En 2 se encuentran europeos y no europeos que adhieren al EI por razones de desorientación en sus vidas. La crisis económica, o la variante de la modernidad que se conoce como neoliberalismo ha hecho que encuentren en EI un movimiento que acoge sus frustraciones. Otro grupo de europeos que adhieren al yihadismo se encuentran una parte de los partidarios tradicionales de la extrema derecha. No es casual que, en la actualidad, los grupos de extrema derecha tengan tanta acogida en países como Alemania, Francia, Holanda e Italia, entre otros. No es casual, digo, que el asenso de este extremismo coincida con la presencia del fundamentalismo islámico.
Pero, de la mano con el yihadismo y la extrema derecha europea, se has dado un fenómeno de encrudecimiento de las políticas neoliberales en muchos países, presentándose como una ola que se expande y que ha tomado una posición dominante en Perú. El yihadismo, la extrema derecha y el neoliberalismo comparten dos componentes: son de extrema derecha y son homogeneizantes. Esto quiere decir que rechazan el diálogo razonado y la diversidad. Hace poco Daniel Salas defendió la idea, popular en nuestro medio, según la cual la ideología del emprendedurismo era compatible con la diversidad cultural. Esa idea es falsa, pues es suponer que el neoliberalismo es compatible con la diversidad.
En 3 encontramos personas que abrazan una moral conservadora y que, por los conflictos regionales suscitados a la caída de Sadam Husein, se encuentras en una pésima situación económica. EI los ha provisto de un ingreso mensual considerable y, como se trata de una población conservadora, no tienen problemas con las ideas radicales.
Desorientacion religiosa y Estado de Precariedad
El imperio del neoliberalismo en el mundo ha hecho que pasemos del Estado de Bienestar al Estado de Precariedad. Esto se expresa claramente con la modificación de la política económica en muchos países. El debate sobre la política económica ha cambiado su eje, desde hace muchos años. Antes se encontraba centrada en la cuestión de la redistribución de la riqueza. En cambio, desde hace unas décadas, ha girado a la cuestión del crecimiento económico. Este giro trae consigo la precarización del empleo y de las condiciones de vida.
En las circunstancias de precarización de la subsistencia y del empleo, la población adhiere a posiciones políticas de extrema derecha y abraza versiones conservadoras de la religión. Ello se debe a que, de ese modo encuentran una aparente protección que el derecho de la sociedad democrática que garantizaba el bienestar les ofrecía anteriormente.
Este fenómeno también se expresa en términos religiosos. Los grupos religiosos conservadores han crecido desmesuradamente, debido a que se presentan como lugar de consuelo frente a las condiciones de precariedad de la vida. Esto ha sucedido tanto en contextos donde hay crisis económica como donde hay bonanza. Y esto de deba a que tanto en Irlanda como en Perú las recetas económicas de precarización del empleo se han implementado de la misma manera.
Este volcarse a la religión conservadora trae consigo el efecto de normalizar la conducta de las personas, pues la moral que esta religión expande es la que avala el status quo. La moral religiosa conservadora adelgaza la preocupación por la justicia del sistema sociopolítico imperante y engrosa la cuestión de lo pecaminoso que es el ser humano, especialmente en cuestiones sexuales. Ha desplazado la cámara de dios del comedor y la cocina a la alcoba y a los hostales.
Este crecimiento de la religión conservadora, cuya expresión más radical se encuentra en el yihadismo, mas que expresar una claridad conceptual respecto de lo que le sucede a la gente, expresa una desorientación fruto del Estado de precariedad impuesto por el neoliberalismo.
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